Como canciones
tus palabras el recuerdo
me amanece

domingo, 30 de agosto de 2009

Benditos carcas

Que gusto da que en todas las comunidades de vecinos, haya un cavernícola retrogrado. Lo digo de veras.

La piscina de mi casa era vulgar, es mas, jamás me asomaba

Hasta que, gracias al cielo, un día una chica se quito la parte “de arriba” No doy las gracias por eso, sino por que el cavernícola se ofendió

Y en la reunión de vecinos, se levanta el cavernícola y dice:

-Es una vergüenza que haya mujeres de esta comunidad que se paseen medio desnudas por la piscina, habría que poner en las normas que el baño se debe hacer de forma decente -

A mi al principio me dio la risa, hasta que la chica que sentada a mi lado estaba, una muy antigua conocida… muy conocida. Se levanto.
Oliéndome la tostada me quise hacer minúsculo, ínfimo

- ¿Sabes lo que te digo? – dijo – que yo nunca lo he hecho, pero mañana mismo empiezo, ¡tío carca!
Y se oyó un murmullo femenino de aprobación, y aceptación del desafió

Desde entonces da gusto asomarse a la ventana y contemplar la piscina.

La piscina de mi casa tiene ahora, mucha “pechonalidad”, pero mucha

viernes, 28 de agosto de 2009

El bergantín Lightning

Indagando en los acontecimientos ocurridos en el África Oriental en la primera mitad del siglo XIX entorno a la gentil doncella Federica. Ha llegado a mis manos procedente del almirantazgo británico un documento de indudable interés histórico… y pornográfico. El cuaderno de bitácora del veloz bergantín de su majestad británica Lightning.

El citado documento esta escrito por el capitán del navío Archibald Crab-Louse, en letra cursiva inglesa, y conforme se va avanzando en el, la letra se hace mas tenue y temblorosa. Lo cual sumado a la dificultad de la legua autóctona de los aborígenes de la isla de la Gran Bretaña, me llevara un tiempo traducir.

Pero a modo de adelanto, plasmo en estas páginas algunas de las gloriosas jornadas del citado bergantín

""17 de Marzo del año de nuestro Señor 1831. Avistamos en el horizonte velas triangulares, ante la posibilidad de que se traten de piratas árabes, mando aprestar la pólvora, y limpiar con agua los cañones. La tripulación se puso dirigentemente a la tarea, limpio la pólvora con agua, y apresto los cañones. Ruego a nuestro Señor no se trate de piratas.""

""23 de Junio del año de nuestro Señor 1831. El grumete Peter Stake resbalo en cubierta, produciéndose una brecha de mediano tamaño. Miss Federica Cobbler ante el desconsuelo del muchacho se ofreció a realizarles las primeras curas, para lo que permanecio por el espacio de varias horas con el muchacho en su camarote.
Después de esto, ante la imposibilidad de seguir llamando grumete al muchacho, decido nombrarle cabo de mar. Así mismo se le concede permiso para tatuarse el nombre de “Federica” en su juvenil torso. Y así lo hago constar aquí""

"" 3 de Septiembre de año de nuestro Señor 1831. El primer timonel William Village se presento a su puesto vestido con el traje de novia de su madre. Ante el revuelo causado entre la tripulación y la posibilidad de motín. No toda la tripulación trajo el traje de novia de sus madres a la travesía. Le prohíbo acudir a su puesto de tal forma y vestido, bajo amenaza de no volver a usar el látigo con el""


Según vaya desentrañando el citado cuaderno iré publicando mas fragmentos, que sin duda nos ayudaran a entender, como fue aquella peligrosa travesía.

jueves, 27 de agosto de 2009

Todo empezó una calurosa mañana de agosto, llena de tedio, niños y sonidos de piscina. El aire, ya pesado, traía susurros de almohada, y siesta. Tal vez debí hacerle caso, ¿pero no! En mi inconsciencia de canguro paterno, decidí hacerle la comida a los niños.

¿Y que hago? Pues unos macarrones, sencillo y a la par nutritivo, y dan poco trabajo

Saco la cazuela, naturalmente, se caen todas las demás, detrás de ella. Es que se quieren mucho y no pueden vivir separadas.

Le pongo agua y sal, enciendo el fuego, y entonces me asalta la primera duda, el primer mal presentimiento, ¿a que no hay macarrones? Pues si los hay, menos mal

Echo el paquete entero y mientras se cuecen, a picar la cebolla, me agacho, a mirar en el cesto de las patatas, y el drama esta servido, no hay, A ver si hay suerte, y hay alguna mitad en la nevera, “nones”

Pues sin cebolla, mira mejor, así mientras se cuecen los macarrones, me voy al ordenador a cotillear un rato y perpetrar el pésimo poema.

Y mientras los macarrones cociendo, cociendo, cociendo, hasta que…

- ¡Papaaaaaaaa! Huele a quemado -

Saco los macarrones, los que se han podido salvar, Aun quedan bastantes y los marrones, al "dente", esos también valen

Me pongo a rascar la cazuela, para limpiarla claro, es la que pensaba usar para terminar la fechoría, y después de mucho “picar” la seco, la pongo al fuego, y a hacer la carne picada

Aceite, se calienta, echo la carne, pero como no había cebolla, se pega toda, por mas que rasco sigue pegándose, y pegándose, a y a la vez que se pega , se pone negra.

Y en esos momentos de angustia es cuando me crezco, y tengo mis mejores ideas

- Telepizza, en que puedo servirle -

Atilano Estopiñan, rustico de la Hoya

Atilano, así le pusieron sus padres, estaba luchando con el enganche del remolque, que no le daba la gana separarse del tractor. Bufaba y maldecía entre los hierros untosos de grasa y polvo rojo.

El muchacho con sus pantalones de travesía, y su camiseta con hojas de marihuana se acerco a el. Formaba parte un grupo que hacia unos minutos habían llegado a la plaza, y estaban sacando de su coche las mochilas. Era uno de tantos grupos que últimamente se veían por el pueblo, venían a lo que ellos llamaban “hacer barrancos” y Atilano denominaba “lijarse las almorranas”

- Por favor – dijo el muchacho - ¿Sabe usted donde podríamos comprar pan?
- ¡Uhgggg! – gruño Atilano tirando del pasador – Si, allá abajo, en la tienda, pero aun es pronto.
- Gracias
- ¿Me echas una mano a desatorar esto?

El chico miro el enganche como quien mira los instrumentos de precisión de un cirujano, aun así asintió. Si el muchacho fuera un experto le hubiera dicho que con arrancar el tractor y echar un poco marcha atrás… pero no lo era, y Atilano era muy tacaño como para gastar gasoil arrancando el monstruo de ruedas enormes

- Mira zagal, cuando yo empuje remolque, tu tira del pasador hacia arriba, pero cuidado, desde arriba, no te vayas a pillar la mano.

Y se pusieron manos a la obra. Los otros muchachos, dos chicas y un chico, al ver la escena se aprestaron a su vez a empujar el remolque.

Y por fin el pasador cedió, y el remolque quedo desenganchado

- A ver zagales, estáis invitados a almorzar en mi casa, y no acepto un no.

Los chicos, aceptaron, entre encantados y algo atemorizados, la mirada de Atilano, bajo la sombra de su gorra verde de la Caja Rural, certificaba la no admisión de un no a su propuesta.

Entraron en la casa, siguiendo al enorme Atilano. Porque Atilano era un rustico muy alto, mas que cualquiera de los cuatro muchachos de ortodoncicas y sanas dentaduras.

- “Sentaos” a la mesa, que yo voy a buscar unas magras, y el vino, o ¿preferís cerveza?

La mesa estaba cubierta por un hule de flores improbables, la estancia estaba muy limpia, y del suelo de color teja, se desprendía un leve olor a lejía y jabón lagarto. Sobre el aparador una jineta disecada, mostrando fieramente los dientes.

Pero los que mas fascino a los muchachos, lo que les hipnotizo fueron las fotos, que en toda la extensión de la sala cubrían las paredes. Fotos y recortes de prensa en lengua inglesa.

En las fotos aparecía un Atilano mas joven, vestido de ciudad, de ciudad de Nueva York.

Fotos de Atilano sonriente junto Jagger, Atilano besando a Debbie Harry, Atilano y sus ojos azul hielo, entre Yoko Ono y Lennon., Atilano con un bajo detrás de Chrissie Hynde, como si fuese uno mas de los Pretenders. Recortes que hablaban de tal y cual concierto y de un bajista, llamado Atila Stivens.

Atilano volvió con el enorme plato de jamón, cortado en lonchas de casi medio centímetro, un manojo de botellines, y la frasca de vino rancio. Del aparador de la jineta, saco dos hogazas de pan. De pan prieto, y corteza brillante.
Al verlos aun de pie, fascinados por las fotos sonrió y sus fieros y rurales ojos azules, de común llenos de campos de cebada, se suavizaron, se comprendieron.

- Ir comiendo las magras, que yo mientras frió unos chorizos y alguna morcilla, y luego cuento.

Y así paso, cuando Atilano volvió, con infinitos chorizos y océanos de morcilla, se sentó, y comenzó a hablar.

Les contó cuando hizo la gira con los Pretenders como bajista de apoyo, de las noches del Studio 54, de lo imbecil que era Warhol, de las curdas bíblicas de Keith Richards, y de sus años en la Babilonia. De cómo dejo el pueblo cuando tenia su edad y marcho a América, con cuatro perras y una guitarra.

Incluso saco su bajo, y un pequeño amplificador y los 5 cantaron entre innumerables botellines, gritando como náufragos, el “satisfaction” de los Rollins.

Y así paso el día, entre historias, risas, y canciones de los Rollins,

Ya era tarde y Atilano les dijo:

- “Quedaos” a dormir, hay camas de sobra, y si no, podéis poner la tienda en el patio de atrás, mañana me echáis una mano con la paja y luego nos hacemos una costillas en el fuego.

Los chicos aceptaron, que mejor que recoger paja con una casi estrella del rock.

Al día siguiente se deslomaron a recoger pacas, se pusieron morados de costillas a la brasa, y cantaron hasta quedar afónicos.

Jamás habían hecho una acampada tan “guay”.

- Volved cuando queráis – dijo Atilano la despedirse de los muchachos – pero si queréis mas magras, hay que trajinar, y... guardarme el secreto.

Claro que volverían, y claro que le guardarían el secreto, nadie les iba a creer.

viernes, 21 de agosto de 2009

Mi anterior relato, puede a alguien le suene, puesto que en el África Oriental allá por los década de 1820 hubo un suceso parecido.

La pareja de novios misioneros William Cool y Luis Joseph Cobbler y la esposa de este último Federica, se establecieron en la zona de los Aberdales, con el noble y desinteresado fin de convertir a la Fe verdadera, los paganos del lugar.

Una tarde mientras los dos novios misioneros contemplaban una bella puesta de sol, bueno en realidad solo la contemplaba uno, un león, que no se llamaba Pedro como el oso de la anterior historia, sino Mariano, los devoro, lo que quedo de ellos se lo comieron las hienas, lo que dejaron las hienas, se lo comieron los buitres, y lo que dejaron los buitres… bueno no dejaron nada.

La desconsolada viuda Federica. Ante la certeza del futuro que le aguardaba se dijo, “Lo que se ha de comer Mariano, que lo disfruten los que estén mas a mano” o en su lengua sajona, “What one has to eat Mariano, that enjoy more to hand”

Y así hizo, se dirigió a la tribu mas cercana, con el fin de vivir como una mas bajo ellos. Los Papi-chalanuestra, tribu de origen bantu, de costumbres pacificas y nocturnas, amantes del contacto humano, o mejor dicho del contacto con humanas. Todo lo contrario que sus vecinos, los Metiro-tosemenea, que no hacían distingos. En lo que coincidían ambas tribus era en sus grandes lanzas.

Allí la cándida Federica permaneció por espacio de 5 años, al cabo de los cuales los amables indígenas, repararon en ella, y decidieron hacerla suya, quiero decir, nombrarla miembro de la tribu, Le dieron el nombre de Fo-ma-na, que en su lengua quería decir: “esta tía es insaciable” Las noticias de este acontecimiento llego hasta nosotros a través de las viejas leyendas que se contaban por la sabana referentes a una “Nin” (doncella en bantu) Fomana, que fue la perdición de la tribu legendaria de los hombres de 3 piernas, también llamados, Trípodes.
Otra leyenda dice que la famosa tribu desapareció causa de un demonio que trajo una mujer blanca. Demonio que los massais dieron el nombre Gono-Ra , que significa en legua nilotica, antepasada de la lengua massai “como me pica ahí”. Pero esto esta menos documentado.

La siguiente noticia que tenemos sobre la dulce Federica, fue su viaje de regreso a la metrópoli, y su establecimiento en las afueras de Londres, acompañada de sus tres hijos, fruto del dicho viaje, a bordo del veloz bergantín de su Majestad Británica “Lightning”, que tardo cinco años en realizar la travesía, aquejada la tripulación de un extraño mal, que les impedía levantar las vergas.

Naturalmente esto provoco la realización de una encuesta, por parte del almirantazgo, que quedo cerrada, después de relatar el capitán del navío, lo penoso de la travesía, debido al continuo enredo que producían las nalgas marinas.

Los 3 vástagos, quizás debido a su nacimiento marinero, tenían nombres curiosos, Entimon, Enbabor, y Porpopa. Según contó alguna vez su madre estos nombres tenían que ver con el lugar donde fueron concebidos, salvo la única chica, Porpopa, que no era por el “donde”, sino por el “como”

Como la sensible Federica, no tenia unas rentas suficientes, se vio obligada a dejar a su hijo mediano, Enbabor, en un orfanato, sirviendo este, como inspiración para uno de los personajes de Dickens en su obra Oliver Twist. Se puede ver este personaje, en la película dirigida por David Lean en 1948, (tercera mesa de la derecha, niño cayéndole los mocos).

Como esto no fue suficiente, la pobre Federica tuvo, esta vez con mas alegría, que dedicarse a recibir caballeros en su casa, a los cuales a cambio de una módica cantidad de dinero, les mostraba sus experiencias africanas.

Después de esto el rastro de la familia se pierde en una burguesa niebla, y la siguiente noticia de ellos se remonta a un nieto de Federica, que al mando de una compañía de infantería durante la batalla del Somne fue el que mas espacio recorrió, aunque en sentido contrario. Lo cual le valió un homenaje compuesto por 12, fusileros, que le pusieron sendas condecoraciones de plomo en su pecho.

Y después de esto nada mas se tiene constancia de los numerosos descendientes que a buen entendedor habría.
Calima, calor, deseo
domingo de verano
reflejos del agua azul
Cada vez que oigo eso de “lo hice con buena intención” me echo a temblar. Parece que hacer, decir las cosas, u omitirlas, con “buena” intención las hacen aceptables y honorables.

Pues no, en muchos casos esas buenas intenciones no son otra cosa que una gran hipocresía, unas ganas patológicas de no estar en situaciones incomodas, de no molestarse.
En otros casos revestidos de santa sinceridad, como si la sinceridad santificara todo, se hace daño, pero eso si, con buena intención.
Perece que si es con “buena intención” hagas lo que hagas, daño o beneficio, no importa

Pero si importa

Por un cúmulo de “buenas intenciones” no he podido despedirme de una amiga, mi amiga, que marcho para siempre.

Adios, “Pitufa” que la tierra te sea leve

jueves, 20 de agosto de 2009

El Oso

Base de la isla Kvitøya 80º 09’05’’N 32º 35’ 37’’ E Océano Glaciar Ártico

DIA 1, temperatura exterior -18º: Hoy un oso polar asalto nuestro al almacén de provisiones dejándonos solo un paquete de palomitas de microondas. Nos encontramos aquí la doctora Humbold, el profesor Bering y yo mismo Sven Snorre. La radio no funciona, no tenemos microondas.
DIA 3 temperatura exterior – 26º: La radio sigue sin funcionar. Hemos decidido activar la baliza de rescate. Esperamos que acudan pronto.
DIA 10 temperatura exterior – 45 º: Un tormenta de viento y nieve se cierne sobre la isla, no podemos salir al exterior. Nos hemos comido las palomitas, el profesor Bering se rompió una muela, Sospecho que la doctora se comió un grano mas que nosotros cuando no mirábamos.
DIA 13, temperatura exterior: -37º: Ceso la tormenta. El hambre empieza a hacer estragos en nuestras fuerzas, cada día se hace mas penoso salir a revisar la baliza. Hemos vuelto a ver huellas del oso
DIA 20: temperatura exterior – 40º: La doctora Humbold, que antes mirábamos con lujuria, y ahora con gula, se encuentra postrada por la debilidad.
DIA 22 temperatura exterior -38º: Hoy al volver de revisar la baliza, sentí el olor de carne a la plancha, al principio creí que era una alucinación causada por el hambre, Al entrar en la base, descubro al profesor Bering friendo unos filetes. Me asegura que la doctora murió a causa del hambre, yo por unos momentos dudo al ver agujero de bala, que tenia en la frente, pero enseguida mis dudas se desvanecen en el aroma del filete.
DIA 38 temperatura exterior -32º: Hoy hemos comido estofado con lo último que quedaba de la bella doctora. Si no nos rescatan, el hambre volverá. Algunas noches oímos al oso rondar la base
DIA 40 temperatura exterior -41º: Al salir el profesor Bering a revisar la baliza, atranco la puerta. Oigo sus gritos y suplicas en el exterior, mientras yo ojeo el libro de recetas de la guapa doctora Humbold.
DIA 41 temperatura exterior -37º: Los gritos cesaron a media noche. Pero cuando salí no encontré al profesor, el maldito oso se lo había llevado
DIA 43 temperatura exterior -32º: Mientras roía el fémur que soportaba el bello y contorneado muslo de la doctora Humbold, he decidido que mañana saldré a cazar el oso
DIA 44 temperatura exterior -30º: Soy el Oso me llamo Pedro, les ruego que el año que viene los pardillos que envíen estén mas llenitos, muchas gracias por anticipado Su seguro masticador, Oso Pedro.

miércoles, 19 de agosto de 2009

La decisión de Susana

Susana, estaba casada, ni feliz, ni infelizmente, simplemente casada.

Y le quería, pero… ¡Dios! Como se aburría. Un día conoció a otro chico, en el trabajo creo…
Le hacia reír, le escuchaba, y hasta a veces le hacia sentir emocionada, con la emoción de quien roba una lata de sardinas en el super.

Susana estaba hecha un lío, no sabia que hacer, si quedarse con le pavisoso del “mario” o con emocionante “otro”.

Así que decidió no tomar la decisión ella, que se la dieran puesta.

Y planeo que la próxima salida al cine que hiciera con su marido, a la salida, tomando las habituales tapas, se lo contaría todo, y que pasara lo que tenga pasar

Cavilo, que podían pasar dos cosas, una, que su marido le montara el “pollo” y le prohibiera volverlo a ver, decisión tomada. Otra, que su marido le montara también el “pollo” y la mandara a “esparragar a Tudela”, con lo cual también tenia la decisión puesta.

Y así se dispuso a hacer. Durante la película, que no atendió en absoluto, repaso una y otra vez lo que le diría.

Le diría así:

-- Mira, he conocido a un chico, y solemos vernos a menudo, no hago mas que pensar en el, me divierte, te prometo que nunca ha pasado “nada” -- ese nada era la única mentira que se iba a permitir contarle, no por respeto, ni por no herirle, quería contar las cosas tan crudas como fuera posible. Le mentiría por estupido pudor.

Después de decir esto estaba dispuesta a contestar cualquier pregunta que le hiciera, con sinceridad, sin tapujos, salvo eso si, lo de… Como mucho admitiría manitas, o un beso.

Y tal cual lo hizo, frente a la ración de calamares, y las dos cañas mediadas se lo solto, tal cual.

El la miro durante un momento de eterno silencio, solo silencio, tal vez fueron segundos, pero a ella le parecieron horas.

Y entonces él dijo:

- No te preocupes, esas cosas se pasan, ya lo veras, estate tranquila – cojio un calamar, se lo metió en la boca, y comenzó a comentar cosas de la película que habían visto.

A Susana le iban y venían olas de indignación y estupor

- A este tio le importo una mierda, ¿y ahora que hago yo?, ¿que decido? - pensaba

Y entonces se dio cuenta de la medio sonrisa que cruzaba la cara de el, ¿o no era sonrisa?, no lo sabia, pero si sabia lo que significaba, doce años juntos, doce años con él, doce años queriéndole, mejor dicho, doce años de amistad le hacían conocerlo. Y el a ella

- Sabe perfectamente que no me enterado de la película, sabe el lío de cabeza que tengo – se dijo

Esa noche no durmió. Bueno no durmió inmediatamente, al final cayo, ya eran muchas noches sin dormir.

Pero antes de caer rendida, supo, o creyó saber lo que había pasado. Recordó que estaba casada con un hombre muy inteligente, y sensible, eso si, un coñazo. Se dio cuenta que la quería, que era su amigo, y la conocía perfectamente, y sabia que dijera lo que dijera, a ella se le rompería el corazón, la perdería. Y se durmió.

Al día siguiente mientras el se afeitaba en un baño y ella trataba de reparar los estragos de las noches en vela de esos días, en otro, le oyó decir:

- Susana, no voy a poder acompañarte esos cuatro días a la convención de tu trabajo, tendrás que ir sola. Pero la última semana de mayo nos vamos a Egipto, si quieres, dime algo y saco los billetes -

La decisión estaba tomada, pero que listo era, y además le quería, y el a ella, seguiría con él. Eso si la convención la pensaba disfrutar, ¡vaya que si la disfrutaría!

martes, 18 de agosto de 2009

Estaba yo disfrutando de mi molicie y aburrimiento, tumbado en la hamaca sin otra cosa que hacer que levantar el bote de coca cola, y ver moverse las hojas de la palmera cercana. Cuando la voz de mi hija, a traición, sin miramientos, me dijo:

- Papaaaaaa, me aburroooo -

- ¿Y que quieres hacer? – conteste incauto

- Pues ir al cine

- Pero si le cine esta cerrado ahora – era por la mañana – y además ya has visto todas las “pelis”, ¿por que no sales a la piscina a jugar?

- Es que Daniel me salpica -

- Si lo hace, me avisas que te defiendo, y le salpico yo

Se queda pensando unos segundos, y dice:

- Vale, pero no hace falta que me defiendas, ya lo se hacer solita, tu cómprame una bolsa de patatas.

Me levante y me fui con ellos a “salpicar” a la piscina. No había patatas en la cocina

Mujeres, siempre consiguen sacarme de mi maravillosa molicie, hasta con cuatro años.

viernes, 14 de agosto de 2009

Los pilotos rusos

Siempre al caer la tarde, después de una ducha de agua y olvido, me juntaba en la cantina del personal, con los rusos, los pilotos rusos.

No eran las personas mas recomendables, ni las mas sanas , ni siquiera las mas “guapas” que había allí, pero eran las únicas que reían, con ganas, con alegría, por eso me gustaba juntarme con ellos, a pesar de que ni yo, ni mi hígado, entendieran una palabra, de lo que decían y porque brindábamos

Todos ellos, o casi todos eran exmilitares, contrabandistas y con el desparpajo ante la vida, de quien casi la pierde en muchas ocasiones, la verdad es que eran unos tipos que me gustaban, todos cuarentones, como lo soy yo ahora, y mucho mas cínicos que yo lo soy.

Además su ingles era tan malo como el mío, lo cual hacia que todo fuera mas comprensible, en el absurdo e incomprensible lugar que nos encontrábamos.

Un día, cometí un error, los hice ponerse serios, tal vez ese día me pase de chupitos, pero hice una mala pregunta.

Estaba sentado con dos de ellos, y entre trago y trago, se me ocurrió decir, preguntar:

-¿No seria mas fácil, en vez de andar trayendo grano todos los días, coger a toda esta gente y devolverla a sus tierras, para que lo cultiven ellos? -

Se hizo un silencio, la sonrisa eterna que mostraban desapareció

Después de unos segundos uno de ellos se echo mano al pantalón, saco la cartera, y de ella una foto

En la foto, dos chicas muy guapas, muy rubias, jovencitas, mucho mas que yo en ese tiempo, ya esperaba un comentario acerca de una conquista o hazaña eslavo/sexual.

No recuerdo exactamente las palabras, dichas en ingles comanche, pero fueron algo así:

“Son mis hijas, están en la universidad, y tienen que comer y vestir todos los días”

Entonces comprendí, entendí, ya el lugar donde nos encontramos dejo de ser absurdo, y lo absurdo fue mi pregunta.

Volvieron las eslavas sonrisas, y nos trajinamos otro chupito de vodka a la salud de dos preciosas chicas rusas

lunes, 3 de agosto de 2009

Sin ganas

Esta amaneciendo,
calor cobarde
todo quieto

Sin sonidos,
sin aire
sin ganas

El silencio
fractura por el canto
de un pájaro insensato

Sin ganas

Impregnadas de sueños
las sabanas revueltas

Un olor lejano
qué distante queda
café, leche templada

El suelo
me repele
como cristales hecho

Sin ganas
es domingo
me quedo en la cama