Como canciones
tus palabras el recuerdo
me amanece

jueves, 21 de abril de 2011

Y el le dijo...

Y Él le dijo así a Ella:

- Yo no conozco a ese hombre, pero por lo que me cuentas parece un ser inteligente, sensible y con talento, y le quieres, le quieres mucho. Pero le estas pidiendo que se lance, que arriesgue, que sea la causa de que tu abandones a tu marido, que es así mismo un hombre de mucho talento, a quien también quieres, y él lo sabe, Y tu estas esperando su respuesta sin arriesgar nada. Que le amas esta claro, para mi desgracia, pero si es así, deberías primero tomar una decisión, apostar por el, aun arriesgo de la inmensa perdida que podría suponer. Ser tu, solamente tu, sin cargas, sin equipaje, que en la decisión de él solo pesara tu persona, solo sus sentimientos por ti. Y ojala se decida por ti, por que te haría feliz, y yo quiero verte feliz -
- Pero si no decide por ti, no estaras sola, yo estare junto a ti -

Pero en realidad no le dijo eso, no dijo nada, fue cobarde, le dio miedo perderla, como si es que fuera suya

Se limito a intentar besarla torpemente, por que el estaba comenzando a amarla. Pero Él no era un hombre de talento, simplemente un hombre cobarde que nunca supo esperar,

2 comentarios:

  1. Cuando la lluvia llora y la brisa envuelve toda nostalgia...... la risa es el mejor antidoto, pero sobre todo vivir....... volar...... un beso. Carmela

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  2. y ella le dijo a él que una sola palabra suya sería suficiente para tomar esa decisión.
    que una caricia suya sería suficiente para quedarse toda la vida acurrucada a su lado, sin pedir nada más. Que sentir su olor, su voz ronca y varonil,su aliento, su fuerza, su cabeza pensante a su lado la haría sentirse única y que nadie nadie la podría alcanzar.
    Pero para todo ello tendría que ser libre, liberarse de si misma y de su vida anterior y había cosas, cosas muy tiernas demasiado pesadas que colgaban de ella. Le odiaba un tanto por haberla hecho despertar del cómodo letargo en el que había vivido y le amaba intensamente le temblaba y veía su rostro y su esencia sin dificultad en sus sueños.
    Intentó renunciar, intentó quitárselo de la cabeza, pero era imposible,como un alquitrán espeso sobre su alma culpable de haber amado.

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