Como canciones
tus palabras el recuerdo
me amanece

viernes, 19 de agosto de 2011

Llevo...

Llevo unos días muy agitado con la mente a cien por hora, lo cual me molesta, me causa ansiedad, y lo peor de todo, me salen espinillas en la espalda y no digo donde mas.

Todo empezó cuando llame a una antigua compañera de estudios, con la loable e imprudente intención de felicitarle en su 48 cumpleaños.

Y lo hago

Llamo y tarda bastante en cogerlo, cuando lo hace solo dice un “diga” nervioso, sobre un fondo de llanto infantil
- Felicidades guapísima – le suelto yo por todo saludo
- Gracias ¿quien eres? –
- Rafa, ¿es que has borrado mi número de teléfono? –
- No, que he descolgado sin mirar –
Y antes de que yo pueda seguir hablando me dice:
- Te llamo luego, que nos bajamos a la playa y el puñetero niño no quiere que le ponga la crema –

Y cuelga

El “luego” se materializó una semana después

Después de ponernos a parir por lo descastados que somos, que no nos llamamos nunca y hacer un breve resumen de nuestras miserables, domesticas, y aburridas vidas, llegó lo interesante

- Rafa, te tengo que contar tres cotilleos cojonudos – me dice

Acepto encantado, y me cuenta que “Fulanita” la parienta de “Fulanito” (otro compi de estudios) se ha liado este verano con un becario alemán que tenia su marido en la excavación de Huelva, Me cuenta así mismo que su ex sigue perdido en la montaña dedicado a la vida contemplativa, quiero decir contemplando todos los clubes de carretera entre Madrid y Puebla de Sanabria, y lo mas interesante de todo, según ella, que si he leído su trabajo sobre el problema de supervivencia de los anfibios en el limite de K-T después de la caída del pedrusco espacial.
Miento, le digo que no lo he leído, pero que me lo he descargado y lo tengo pendiente. La mentira era que lo había descargado,
Nos despedimos y prometemos falsamente quedar un día a la vuelta de vacaciones.

Pero el mal ya estaba hecho

Me descargo el trabajito, lo leo, ¡vale! Me parece bien, pero me pica el gusanillo de saber por donde anda el mundillo paleontológico hispano, y empiezo a buscar las últimas publicaciones, sigo leyendo.

Cada entrada, cada referencia, cada nueva idea, o genero/especie, me lleva a buscar mas datos, y lo peor, a pensar. ¡Con lo a gusto que estaba yo en mi vació mental! Con solo la estupenda ocupación de perseguir violonchelistas hembra, y contemplar escotes.

Me sumerjo en el proceloso mundo de evolución de de las aves, de ahí al fabuloso nuevo yacimiento llenito de nuevecitos dinosaurios, sin darme cuenta, estoy leyendo sobre genomas e hibridación neardhental. Y vuelta a los meteoritos, que sin remedio me mandan a la teoría de la gravedad, y relatividad general, para ya en el colmo de la perversión, me empapo de agujeros negros y la paradoja de Hawking.

Sumergido en ese perverso mundo, de repente… un dolor agudo en la espalda… pedazo de espinilla me ha salido.

Así que decido dejarme de tonterías, volver a mis vacíos que es como mas a gusto estoy

Pero antes un tengo un ultimo pensamiento profundo

No creo en Dios.

Pero me jode cantidad aquellos progresistas de sindicato vertical, concubinos de la subvención, perroflautas, resentidos, tolerantes de la Idea Única y chorizos sociales, que no soportan que otros crean: Se les nota la envidia por cada uno de sus intransigentes poros.

A mi también me dan envidia, tanta que no los desprecio, los admiro, me gustaría creer todo seria mas fácil.

¿O mas difícil?

Pero no creo, no creo