Como canciones
tus palabras el recuerdo
me amanece

miércoles, 20 de enero de 2010

Otra vez llueve

La lluvia me gusta, casi siempre, mas que el sol, casi siempre. ¡Pero que fea es la acera por la que camino!, no brilla, es áspera, gris, moteada de chicles, tal vez masticados en días grises, por niños grises.

Lluvia sin aceras que brillen, que reflejen la luz de las farolas, es menos lluvia, solo agua que cae.

Entro en la tienda, el suelo brilla de forma impertinente, los halógenos hacen que quede deslumbrado. Todo es blanco, o de colorines.

La mirada de los dos dependientes me hace reparar en el aspecto desaliñado que luzco, casi un vagabundo, últimamente haga lo que haga siempre tengo ese aspecto, un vagabundo muy cuarentón.

- Hola, se me ha estropeado la placa vitroceramica y necesito comprar otra -
- ¿De tres fuegos? – dice la chica

Es una chica guapa, no, no lo es. Es atractiva, una mujer muy atractiva, me gusta.

- Si, de tres -
- ¿La encimera es de piedra o madera? – me pregunta otra vez
- De piedra –
- ¿Y de que marca la antigua?
- Lynk
- Entonces las Teka no te valdrían, deberías medir el hueco antes –
- Si, es cierto lo voy a medir, y vuelvo, muchas gracias –

Volveré… y afeitado

Otra vez llueve

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