Estaba yo disfrutando de mi molicie y aburrimiento, tumbado en la hamaca sin otra cosa que hacer que levantar el bote de coca cola, y ver moverse las hojas de la palmera cercana. Cuando la voz de mi hija, a traición, sin miramientos, me dijo:
- Papaaaaaa, me aburroooo -
- ¿Y que quieres hacer? – conteste incauto
- Pues ir al cine
- Pero si le cine esta cerrado ahora – era por la mañana – y además ya has visto todas las “pelis”, ¿por que no sales a la piscina a jugar?
- Es que Daniel me salpica -
- Si lo hace, me avisas que te defiendo, y le salpico yo
Se queda pensando unos segundos, y dice:
- Vale, pero no hace falta que me defiendas, ya lo se hacer solita, tu cómprame una bolsa de patatas.
Me levante y me fui con ellos a “salpicar” a la piscina. No había patatas en la cocina
Mujeres, siempre consiguen sacarme de mi maravillosa molicie, hasta con cuatro años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario