Cuando me desperté la vi, junto a mí, en la cama
Estaba a mi lado, me miraba, nos miramos.
No tenia idea de cómo había llegado allí, al principio, pensé que era un sueño, pero no, no lo era.
¿Qué hacia allí? ¿Cómo había llegado? ¿Vino conmigo o aprovecho mi descanso para introducirse en mi cama, en mi vida?
Tenía una mirada antigua, prehistórica, salvaje, su piel era de aspecto suave y deslizante
Estaba desnuda.
No me atrevía a moverme, ¿Y ahora que hago?
Deslice un mano, muy despacio, fuera de las sabanas, poco a poco, la fui acercando a ella.
Pare, su cuerpo se tenso, todo en ella era alarma, desistí de seguir dirigiendo mi mano a ella. Me limitaría a mirarla, a contemplarla, y a preguntarme que hechizo, o conjuro la había llevado a mi cama.
Así permanecimos un rato, mirándonos, el tiempo se detuvo. Ninguno de los dos se movía, Ninguno de los dos quería hacer nada por cambiar.
Por fin me decidí, la tomaría, la cogeria.
Ella intuyo mis intenciones. Algo en mis ojos le debió decir lo que estaba a punto de hacer, y de un salto, en un abrir y cerrar de ojos, salio de mi cama, de mi vida, desaprecio como había llegado, en la nada. En la nada.
Hoy he despertado, y había una lagartija en mi cama, cosas de dormir con la ventana abierta.
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