"La selva había logrado poseerlo pronto y se había vengado en él de la fantástica invasión de que había sido objeto. Me imagino que le había susurrado cosas sobre él mismo que él no conocía, cosas de las que no tenía idea. Al quedarse solo en la selva había mirado a su interior y había enloquecido. El denso y mudo hechizo de la selva parecía atraerle hacia su seno despiadado despertando en él olvidados y brutales instintos, recuerdos de pasiones monstruosas".
"Veía el Campo y aquellos hombres que caminaban sin objeto por el patio bajo los rayos del sol. Caminaban de un lado para otro con sus absurdos palos en la mano, como peregrinos embrujados en el interior de una cerca podrida. La palabra comida permanecía en el aire, en los murmullos, en los supiros. Un tinte de imbécil rapacidad coloreaba todo aquello, como si fuera la emanación de un cadáver».
Joseph Conrad El corazon de tinieblas
El horror, el horror tiene cara y ojos, huele, respira, y una vez lo has mirado, lo has olido, te acompaña siempre, mirandote, recordandote vigilandote.................el horror............................el horror
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