Cada vez que veo a un “prócer” subirse a una tribuna, y empieza a clamar por los derechos y libertades de un pueblo, nación, estado, religión, colectivo o género, se me ponen los pelos de punta, y vienen a mi mente imágenes en blanco y negro, de un hombrecillo de bigote ridículo, clamando por los derechos y libertades del “Pueblo Alemán”.
En mi opinión, los pueblos, estados, naciones, religión, colectivos, o géneros, no tienen derechos, los derechos son de los hombres que los integran, cada uno en su individualidad, cada individuo sus derechos y libertades, pero no por pertenecer a una nación, pueblo, estado, colectivo, o género, sino por ser seres humanos,
Y todos los seres humanos tiene los mismos derechos, y las mismas libertades, sean de la condición que sean
La labor de los estados, su principal razón de ser, es garantizar esos derechos y libertades individuales.
Un representante o “prócer” no puede, por muy democráticamente que este elegido, por muy sufragio universal que le respalde, por muy mayoritarias que sean sus ideas, o minoritarias, negar derechos y libertades, de ningún individuo, ni ridiculizar sus ideas, por muy minoritarias que estas sean. Y menos en función de los supuestos derechos de un pueblo, estado, nación, religión, colectivo, o género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario