Como canciones
tus palabras el recuerdo
me amanece

martes, 30 de marzo de 2010

Bicheando por aquí, he visto un video en el cual una perra adopto a dos cachorros de león. No le rindo las ganancias, pobre

Yo reconozco que a mi los leones me dan miedo, es mas, de las pocas pesadillas que recuerdo, entre las muchas que tengo, son con leones. Incluso verlos en un documental sestero, me crea desasosiego. Y tal vez, cuando me haya perdido aun mas el respeto a mi mismo, cuente una anécdota de leones.

Los leones son muy bonitos, impresionantes, pero aun siendo el único felino social, la violencia intraespecifica es brutal. Un león macho matara sin contemplaciones a cualquier cachorro que no sea hijo suyo, una leona si encuentra unos cachorros y si estos no son hijos, nietos, hermanos o primos de ella, los matara igualmente, ni que decir tiene si los cachorros son de guepardo, leopardo etc.. Y no para comérselos. Jamás adoptara a unos cachorros que no sean algo de ella, no como la simpática perrita del video. Las peleas entre leones machos son a muerte, y si no se produce esta es por uno de ellos sale pitando.

Tal vez los lobos y los perros lo hagan, pero los leones, no… al menos no en libertad

Y no estoy diciendo que los leones son malos, para nada. Los leones son leones, y no pueden ser otra cosa.

Son leones, como las serpientes son serpientes, los búhos, búhos, y los sapos no podemos ser príncipes por muchos lametones que nos den.

Cada ser tiene su naturaleza y no verlo es un grave error, que siempre nos perjudicara… a ambos, al ser, y al quien no quiera verlo como tal.

Podemos admirarlos, quererlos, cuidarlos, pero jamás olvidar lo que son, leones

A mi me lo explico hace muchos años un chaval de la sabana. en muy pocas palabras…

“Los leones muerden”

Somos lo que somos, nada mas.

viernes, 26 de marzo de 2010

The hangover

Iba tumbadito en el suelo de la parte trasera del Landrover, en algún lugar entre Piedrahita y Hoyos del Espino, durmiendo tan augustito, cuando el frenazo me lanzo hacia delante

- ¿Que pasa? – pregunte de muy malos modos
- ¡Ay Dios! ¡Ay Dios! – exclamaba de forma continua la chica que se sentaba al lado de la conductora
- ¡He atropellado algo! – respondió la conductora
- ¿De dos o cuatro patas? – volví a preguntar desde mi nube de estupor
- Un animal o algo así – respondió ella
- Pues nada, arranca y sigue – dije volviéndome a acurrucar el suelo
- ¿Pero no vas a bajar a ver que era? – dijo la conductora pasando del susto al enfado
- Pues no
- ¡Serás capullo!
- ¿Era grande o pequeño? –
- Grande –contesto ella
- Pues puede ser o una oveja, o un perro, lo cual me daría mucha pena, o un jabalí. que podría estar solo herido y paso de salir -
- ¡Que te bajes oooostia! – grito la conductora

Me baje

El aire era frió, muy frió, pero apenas me despejo algo. Permanecí un tiempo allí de pie tratando de acostumbrarme a la oscuridad solo rota por la luz roja de los faros traseros

Sentía la mirada de las dos chicas fija en mi, pero no me movía.

Solo reaccione algo al levantar la vista y ver la luz turquesa que se recortaba en las montañas, anunciando que amanecía.

Seguí parado mirando el horizonte, que cada vez era menos turquesa y mas naranja.

- ¿Ves algo? – oí que decían dentro del coche

Hice un gesto negativo, y con la mirada pasmada en el horizonte continue

La luz era cada vez mas intensa, ya no tenia frío, se empezaba a vislumbrar los perfiles de los matojos de borde de lo que en aquellos tiempos llamábamos carretera, y ahora ni llegaría a camino.

Cada vez había mas luz

Cada vez sentía menos frío

Y entonces ocurrió, entre dos montañas, apareció el rayo, rojo, penetrante, implacable,

Entro por mis ojos, recorrió mi cerebro, y entre un intenso dolor sentí como se me licuaba.

Con las manos en los ojos me volví a toda prisa al coche, con la cabeza partida de dolor

Pedazo de resaca tenía.
Siempre que termino de comer en un sitio de hamburguesas se me produce el mismo conflicto. ¿Recojo o no recojo la bandeja?

Si recojo la bandeja contribuyo a bajar costes del sitio donde estoy, lo cual redunda en que los precios sean mas bajos, pero fíate, lo mismo se lo embolsan. Por otro lado si no la recojo tendrán que contratar a alguien, con lo cual contribuyo a que ese alguien se gane un sueldo.

Pero me subirán la hamburguesa…

Pero si contratan a alguien que lo haga también me beneficio, vía cotizaciones sociales…

Pero el argumento definitivo es… me fastidia tener llevar la bandeja

Así que ahí se queda, me levanto y me voy

Cuando salgo a la calle me doy cuenta que tengo el ticket en el bolsillo ¿Qué hago? ¿Lo tiro al suelo o lo llevo a al papelera que como siempre esta a tomar por saco? (nunca hay una cerca cuando hace falta)

Si lo tiro al suelo el ayuntamiento tendrá que contratar mas gente para limpiar, pero me subirán entonces los impuestos. Lo llevo a la papelera, pero… de todas formas me van a subir los impuestos, mejor que se lo gasten en un puesto de trabajo, que en chorradas progre/festivas.

Pero veo de camino a la papelera va una chica de muy buen ver, lo llevo a la papelera

Entro en el auditorio nacional, repito, nacional, le doy la entrada al acomodador, que es funcionario publico, y me acompaña a mi butaca… ¿Le doy un euro de propina? Mejor no, dar un propina a un funcionario puede considerarse cohecho, y ese es un delito grave, pero por otro lado tendrá un sueldo misérrimo…

Decido que si tengo que dar un euro mejor se lo doy al chaval negro de la puerta del súper, que aparte de haber tenido los huevos de venir a nado hasta aquí, y siempre me sonríe

jueves, 25 de marzo de 2010

Sal en la piel

Siempre recordare el sabor de la mar pulverizada en mi piel.

Las aspas levantaban nubes de agua tras de nosotros, pero en ocasiones una de esas nubes se colaba el portón abierto, y nos mojaba, nos refrescaba. Y cambiaba nuestras caras, la emoción y el miedo se trocaban en sonrisas cómplices

- ¿Por que vuelan tan bajo?
- Es que no es un vuelo autorizado

Nadie hablaba, solo mirábamos una mar calida, sin olas. Hipnotizados por un sol asesino que empezaba a emerger de la mar, y que atravesaba de lado a lado la escandalosa maquina que nos soportaba.

Y a pesar preocupación por hacer algo no permitido nos sentíamos a gusto.

Íbamos de picnic, a una playa desierta, llevábamos, neveras con hielo, cervezas de nacionalidad indefinida, y graduación alcohólica mas improbable todavía, hamburguesas, salchichas, buey, un saco de carbón para el fuego, y hasta un chavalito del campo para que se ocupara del fuego, negro como carbón del saco, aunque en esos momentos, lo recuerdo albo, por el pánico que debía sentir, en lo que quizás era la primera vez que se separaba del suelo.

¡Que bien! Después de semanas en un sitio horrible, de las moscas, del calor, de la indeferencia, ¡Un día en la playa! Sol, mar, arena, palmeras, y tal vez, hasta las chicas que nos acompañaban se quitaran bañador.

Ni siquiera el horrible ruido de la turbina, que nos obligaba a una comunicación solo gestual me impedía disfrutar de la sal en la piel, de la libertad.

Luego ya en la playa todo fue mas vulgar, me abrase con el sol, el buey duro como piedra, las cervezas se calentaron, un compañero se corto de forma fea con un coral, y ni siquiera las chicas se quitaron el bañador. Ni siquiera a pesar de nuestros ruegos, serian funcionarias de Naciones Unidas, pero la inmoralidad que ello conlleva, no alcanza a desnudarse en playas desiertas.

Pero la sensación de esa mañana, camino de una playa africana, de la sal en mi piel, siempre será uno de los momentos mágicos y emocionantes de mi vida

miércoles, 24 de marzo de 2010

Ginemisterio Nº 1 "El pudor espacio-temporal

Posiblemente vaya a ser injusto y parcial, posiblemente estos misterios sean producto de mis experiencias y anécdotas, posiblemente ya me hayan contestado en muchas ocasiones, Posiblemente pueda parecer misógino, y aseguro que no lo soy, si algo me gusta en la vida son las chicas ¡Y no como objetos! Si a alguien he podido llamar en mi vida Amigo, ese alguien es una mujer, o mujeres. Posiblemente…

Y no tengo otra forma, o no se hacerlo de otra forma que, mediante relatos, anécdotas propias, o relatos imaginarios, y así lo haré

Tampoco aseguro que vaya a completar la serie, o escribir mas de uno, ya saben, mi natural pereza.


MISTERIO 1º El pudor espacio-temporal

Hace años, ya bastantes, yo tenia un apartamento en la costa murciana, una “pocholada” de sitio.

Estaba en una zona desierta de la costa, aun quedaban, y supongo que quedan, el núcleo habitado mas cercano estaba a ocho o nueve kilómetros

Era muy pequeño, mas que apartamento era cueva excavada en un acantilado sobre el mar, tenía una sola estancia, amplia, que era salón, habitación y cocina. También, claro esta, había un baño, completo, y minúsculo. Y eso si un enorme ventanal al frente que ocupaba toda la parte que daba al mar.

Después del ventanal había una gran terraza sobre el acantilado, con grandes jardineras repletas de portulacas de flores rojas y amarillas. Por un portillo entre las jardineras se salía a una escalera, que estrecha descendía hasta una plataforma junto al mar.

Lo dicho, un sitio estupendo, nunca debí venderlo.

En una ocasión, producto de mi inconsciencia, fuimos a pasar unos días, no muchos, tres amigas y yo. Amigas, solo amigas, sin ningún tipo de “derecho”, ni nada. Una temeridad por mi parte.

Por las mañanas bajábamos a la plataforma a tomar el sol y bañarnos. Y las tres chicas se tumbaban sobre las toallas, y como único aditamento, el bronceador. Yo no, yo mantenía mi bañador, que se trataba de tomar el sol, no de hacer reír.

A medio día subíamos a comer y después siesta enorme

Y tras la siesta, todas las tardes se producía el drama, objeto de este relato

- Rafa, ¡Anda! Sal a la terraza que nos tenemos que cambiar
- ¿Y no puedo quedarme mirando la tele?
- ¡Que te salgas, que tenemos que cambiarnos!

Y yo me pasaba una hora larga esperando en la terraza y tratando adivinar que era lo que no podía ver, que no hubiera visto ya esa misma mañana.

Y todas las tardes, antes de irnos a cenar y tomar unas copas al pueblo cercano, lo mismo



Muchos mas años antes, casi en el tiempo de los dinosaurios, teníamos un equipo de baloncesto en la universidad. Era el único equipo mixto de la liga universitaria, bueno, era único por muchas otras cosas, la caja de cervezas en el banquillo, y que ganábamos siempre o casi siempre.

El pabellón donde jugábamos solo tenía dos vestuarios, en los entrenamientos no había problema, uno para los chicos, y otro para las chicas.

Pero los días de partido, había que ceder uno de los vestuarios al equipo visitante. Pero tampoco suponía ningún problema, nos cambiamos y duchábamos juntos, y no pasaba nada, tan ricamente, Amistad y compañerismo, y sobretodo mirar mucho al suelo o al techo.

Y jamás, que yo oyera, se hizo ningún comentario, ni allí, ni fuera, por parte de los chicos, sobre la anatomía de las chicas. Era una regla no escrita, y respetada. ¡Que majos éramos!

Desconozco si las chicas eran tan discretas como nosotros.

Lo malo era cuando jugábamos “fuera”. Por la misteriosa razón que me ocupa, las chicas no nos permitían cambiarnos y ducharnos con ellas. Y por mas que rogáramos no hubo manera, y tampoco era cuestión de ponerse muy pesado, sobretodo porque alguna de ellas supera el 1,90 y con la adrenalina del partido podías sufrir un percance en forma de bofetón “cruzao”. Tampoco se obtuvieron nunca explicaciones al respecto, al menos coherentes.

Y allí nos veíamos los chicos esperando a que terminaran de ducharse, con el sudor frío, lo cual en el invierno madrileño, alcarreño, vallisoletano, o donde tocara, era experiencia cercana a la muerte. Eso si, los botellines nunca faltaron

….

Próximo episodio (si tengo ganas) ¿Que parte de la frase “no quiero compromisos” no entendiste?

miércoles, 17 de marzo de 2010

La laguna

Ya le había pasado alguna vez en el pasado, de forma esporádica, y no le dio importancia, solo seria una manifestación más del stress

Esa laguna mental, el tiempo vació, el no saber como había llegado hasta allí, no le dio mas importancia que un leve despiste, causado por al tensión del trabajo.

Si se preocupo algo mas, aquella mañana que le despertó el teléfono. Para el era una mañana de sábado. Y cuando reconoció la voz de su segundo al otro lado del hilo pensó: “este esta de coña, me esta gastando una broma”

- Hola, ¿estas bien? – había preguntado la voz por el teléfono
- Si, ¿pasa algo? – pregunto al principio extrañado y divertido
- No nada, pero como no has venido a trabajar
- ¿Es que había que ir hoy? – respondió mas extrañado todavía
- Claro, ¡no te jode! Como todos los lunes.
- ¡Anda ya! Cachondo – y colgó

Solo cuando puso la radio, se dio cuenta de su error, realmente era lunes

Se vistió a toda prisa y se largo al trabajo.

En el taxi de camino, cavilaba en lo ocurrido, pensó que había dormido todo el fin de semana, estaría cansado, dormía siempre tan poco.

Mas le costaría explícalo, así que no hizo mucho esfuerzo, “Me he dormido” dijo, y que interpretaran lo que quisieran

Solo volvió a pensar en ello de forma seria, cuando llego a casa esa tarde, ya estaba todo en orden, tal y como lo dejaba la señora que le limpiaba, pero cuando fue a la nevera a sacar algo de comer, faltaban cosas, en realidad estaba casi vacía, y eso que había comprado el viernes.

Pero tampoco le entretuvo mucho tiempo, el misterio

Un tiempo después, llego a casa de su madre una tarde

- Mama, no encuentro las llaves que me pediste
- Pero si me las trajiste ayer – respondió la madre extrañada.
- ¿Ayer? Pero si llevo buscándolas todo el día
.- Si ayer, ¿no te acuerdas?, vaya despiste que tienes, no te centras

No recordaba nada, y se asusto, ya no era una laguna de minutos, ni que hubiera dormido 48 horas, no recordaba nada de la visita del día anterior, ni de lo que había hablado con su madre, ni de nada, simplemente en su cabeza no existía.

Al menos el día cuadraba, era un miércoles, y el sabia que era un miércoles

Pero ya si estaba asustado, durante un tiempo, siempre al acostarse repasaba lo sucedido en el día, como un ejercicio de memoria, y al levantarse se tiraba como un poseso a comprobar la fecha.
Y durante ese tiempo se obsesiono un poco, pero como no volvió a ocurrir, lo achaco al stress de esos tiempos.

Y aparte de lagunas de pocos minutos, como no saber como había llegado a casa, o cualquier sitio. No tenía importancia para el. No afectaba a su vida

A veces también olvidaba conversaciones, pero nada importante, tampoco le hacia mucho caso al tema.

Se caso, tuvo un hijo, y todo siguió normal

Hasta que un día, parado en un semáforo, se dio cuenta de que no sabía donde estaba,
- ¡Joder! Me volví a despistar” – pensó

Así que miro a la esquina del edificio mas cercano a ver si reconocía la calle,

- ¡Ostras! Que escudo mas raro, pero si pone Oviedo

Y le entro pánico y estupor, del que solo salio cuando el conductor de atrás toco el claxon para que se moviera. Busco donde aparcar, y se paro.

¿Cómo había llegado allí?, ¿Y por que?, ¿Cuanto tiempo había pasado?

Y se dio cuenta también, que tampoco reconocia el coche, ese no era su coche, aunque era de su estilo.

Miro en la guantera...

- Pero si esta a mi nombre – el pánico ya era completo

Sonó un móvil en su bolsillo, lo saco y tampoco lo reconoció. !Pantalla en color!

Decidió no cojerlo, además el nombre de Susana, que aparecía en el visor tampoco le decía nada. Lo dejo sonar

Insistió, por dos veces mas, y la tercera lo cojio

- Diga – contesto muerto de miedo
- ¿Porque no cojes el teléfono?, ¿cuando vas a venir a casa? – respondió la tal Susana, la cual, su voz, no le sonaba
- ¿Perdón? – respondió
- ¿Que donde estas? – volvió a preguntar la voz irreconocible
- Disculpe, creo que se ha equivocado - respondió
- ¿Rafa? ¿Te pasa algo? – dijo ella

Nervioso como nunca lo estuvo, no era capaz de dar con al tecla de apagar ese móvil, y cuando lo hizo, lo desconecto

Se bajo de ese coche que no conocía, y se puso a andar por calles extrañas.

Comenzó a llover

Y seguía caminando, sin rumbo, totalmente aturdido, buscando respuestas en su mente.

Por un momento se le ilumino el cerebro,

- Claro joer, la cartera

Echo mano de la cartera y fue peor, El DNI si era el suyo, pero era lo único ¿esa tarjeta del BBVA a su nombre? Si el nunca tuvo nada en ese banco, ¿Y la fecha? Expedida en 2009, pero si estamos en 2004.

Decidió buscar una cabina, llamaría a su mujer, pero no se sabia el teléfono

- Mierda de móviles, ya no recuerdo ningún teléfono - maldicio

Así que llamo a único número que se acordó, a su madre

Y cuando le contesto, sintió alivio, era su madre, su mama

- Hola mama – dijo como un niño herido
- Hola hijo – respondió ella
- ¿Que tal todo?
- Bien, preparándolo todo para cuando vengáis
- ¿Ir a donde? – pregunto mientras le volvía el pánico
- Aquí, a Madrid, ¿donde va ser?
- Yo vivo en Madrid, - solo se le ocurrió contestar
- ¿Que? – Volvió a decir su madre - ¿te ocurre algo? ¿Has discutido con Susana?

Colgó

- Otra vez la dichosa Susana…

Se sentó aturdido, miraba a su alrededor, desde la altura del suelo, todo le parecía irreal estaría soñando, si era eso, un sueño, una pesadilla. Se tumbo en la brillante acera y cerro los ojos esperando despertarse.

Alguien le zarandeo un poco, y oyó:

- Oiga, ¿le pasa algo? ¿Necesita ayuda?

Abrió los ojos y vio un guardia inclinado sobre el

- ¿Ha bebido usted? – volvió a preguntar el guardia

Negó con la cabeza

- ¿Quiere que llamemos a alguien?

Volvió a negar y cerro los ojos otra vez, solo quería abrirlos cuando lo que viera fuera reconocible.

Y además se sentía mareado, muy mareado.

Cuando volvió abrir los ojos, solo vio dos fluorescentes sobre su cabeza, y sintió olor a hospital

Su mente trabajaba a toda velocidad.

- Eso es, he tenido un accidente, me he dado un golpe, todo ha sido una alucinación.

Se empezó a palpar el cuerpo para ver si tenía alguna herida, o golpe, sin atreverse a moverse mucho, por si estaba herido de veras.

Y oyó otra vez la voz de la chica del teléfono, la alucinación seguía, se incorporo y al mirar en dirección a la voz, vio a la chica, y la reconoció

Aunque solo había visto de ella una pequeña foto en la “ventanita” del messenger, supo quien era la tal Susana

Era alguien de internet, hacia una semana mas o menos que le conocía, había hablado un par de veces con ella. ¿Pero eso fue en 2004 o en 2009?

Su ultimo recuerdo antes de la pesadilla, era saliendo de su trabajo, camino de su casa, en Madrid…

….

Durante el tiempo que estuvo en el hospital, y a pesar de las muchas pruebas que le hicieron, de las veces que el contaron la historia de esos cinco años, de las fotos que le enseñaron no consiguió recordar nada, así que le dieron el alta con un escueto “amnesia temporal de origen desconocido, seguir por psiquiatra, y/o neurólogo”

Los llantos de Susana, a quien seguía sin conocer, no le afectaron en absoluto, se volvió a su Madrid, a su casa, o mejor dicho a la casa de su madre.

No lamentaba los cinco años perdidos, simplemente no existían, no habían pasado, igual hubiera podido dormirlos

No echaba de menos nada, salvo a su mujer, a quien quería como el día que salio de su trabajo, y se borro todo, pero que ya no era su mujer, Y sobre todo a su hijo, quien veía solo cada 15 días, un fin de semana si, y otro no, Lo que mas lamentaba era que se había perdido verlo crecer. Cinco años en la vida de un niño que tenía cuatro cuando su vida se esfumo, es toda una vida.

Una cosa nueva hacia con meticulosidad, con obsesión maniática, todos los días, todos, escribía de forma exacta lo que había hecho esa jornada, y lo imprimía, tres veces.

Y una de las copias siempre iba con el

viernes, 12 de marzo de 2010

Frote con duro instrumento
las células germinales
hasta que estas solo fueron
una masa temblorosa

La puse sobre un lecho caliente, ardiente,
y le di vueltas hasta que su piel
se puso tensa y dorada, apetitosa.

Y al verla, mi deseo, mi hambre
Creció

Que ica la tortillita que me he hecho pa cena

jueves, 11 de marzo de 2010

Zuummm Zuuuum

Zuummm Zuuuum el limpiaparabrisas va y viene

Y yo voy bajo la lluvia, estoy llegando a Guadalajara, la señal de la radio que solo habla se pierde, dentro de poco tendré que escuchar mis pensamientos.

Zuummm Zuuuum

Intentare meterme en los viejos juegos de cuando viajaba con destinos ciertos, no puedo escucharme a mi mismo.

Zuummm Zuuuum

No parare en la gasolinera de antaño, ya la chica que atendía no esta, era una chica de fealdad románica, pero sonreía como la mujer mas bonita del mundo y así te hacia sentir a ti.

Zuummm Zuuuum

Me voy con la mente a otra gasolinera, a las largas conversaciones con Rosa, mientras fumábamos escondidos en el pasillo de los baños, donde las cámaras no podrían recriminarnos nada. Y aquel único beso, que fue como una vida junto a ella.

Zuummm Zuuuum

Llueve, y solo tengo mis pensamientos para distraerme

Zuummm Zuuuum

Mi hija me dio un beso cuando la deje a la puerta del cole, aun tengo la sensación de sus labios en mi cara. Sonrió ampliamente a las gotas en el cristal

Zuummm Zuuuum

Calatayud, recuerdo a Pilar, era bonita, y agradable, pero cuando probé su piel sentí un sabor amargo, ¿que puñetas de crema se pondría?, en cualquier caso recuerdo mas ese sabor que sus ojos

Zuummm Zuuuum

Pobre Paula, debí haber estado mas con ella, y a la mierda todo lo demás, Pero tal vez hubiera sido peor… para ella.

Zuummm Zuuuum

Recuerdo una frase que leí, “La vida de todo hombre es un espejo de mujeres muertas”. Tendré que buscarla, no recuerdo el autor. Tal vez el toxico sea yo.

Zuummm Zuuuum

Pongo la radio otra vez, solo zumba, no quiero escucharme más.

martes, 9 de marzo de 2010

La prueba

Hoy cotilleando en un blog me acorde de una cosa

¡¡¡¡LA PRUEBA!!!!

¿La “prueba” de que? Direis

Pues la prueba de que alguien de verdad estaba contigo por algo mas que una noche tonta, que la tiene cualquiera.

Si a la mañana siguiente te le topabas por el pasillo, estando yo de mala leche mañanera, sin afeitar, despeluchao, en calzoncillos y rascándome el culo, y no salían corriendo, era por algún motivo oscuro, o peor todavía… te querían

En cualquier caso muy sospechoso. Pero como la carne es debil, no me lo pensaba mucho.

Si me lo pensaba cuando te levantas y vas a coger los bártulos de afeitar y encuentras un paquete de compresas en el armarito. Ese día me afeitaba bien, me duchaba, me peinaba con gomina y too, me vestía de pijoguay, preparaba el desayuno, y se lo llevaba a la cama. Y decía…

“Cariño, creo que debemos dejarlo”

Compresas en el armario, ¡la leche! Mucha confianza ya, De ahí a que te planchen las camisas, y te digan de poner cortinas, va un paso.

domingo, 7 de marzo de 2010

Exgato

De cuando era cachorro apenas le quedaban recuerdos. Recordaba la escombrera y el cubil bajo una puerta tumbada donde les metió, a el y a su hermanos, su madre. Recordaba como le picaban las pulgas, el hambre, y el humano del mono naranja, que les cojio. Bueno, solo el humano, y el miedo que tuvo, el era un gato y no distinguía los colores.
Tenia también un lejano recuerdo de su llegada a esa casa, recordaba los gritos de su ama, cuando volvía de sus escapadas lleno de arañazos, y ahíto de libertad

Era siempre el mismo ritual, llegaba y su ama le gritaba cosas que como era un gato no entendía, pero le daba igual, el se disponía a darse una sesión de lametones y limpieza.

De sus escapadas solo recordaba eso, la sensación de libertad, de ser el mismo. También sus peleas con aquel gato gris del jardín, que siendo mas viejo, y taimado que el, siempre ganaba, al fin y al cabo el comía tres veces al día, era un gato fuerte y joven.

Un día le metieron en la caja que usaban cuando iban en coche, y después de eso, solo recordaba el dolor, y que pensó, en cuando se me pase el dolor, me escapo a darme un garbeo

Pero conforme paso el dolor, pasaron las ganas de irse.

Tampoco le quedaron ganas de afilarse al uñas en el sofá como antaño hacia y tanta satisfacción le daba. También le habían quitado las uñas.

Solo tenia eso, recuerdos. Reacuerdos de cuando era un gato y no como ahora tan solo un peluche animado, harto de wiskas, y pleno de caricias y mimos, pero eso, solo un peluche.



Reposado en le regazo de su ama se paro un momento a contemplar al humano que frete a el miraba absorto la caja de los destellos.

Siempre estaba así, sentado mirando la caja.

Y oyó hablar a su ama. Si no hubiera sido un peluche animado hubiera entendido lo que decían:

- Paco ¿tú me quieres?
- Si, claro – contesto el humano que miraba la caja de los destellos

Pero como era solo un exgato, no entendió nada, o casi nada

Pero por un momento su mirada fria, se hizo calida, y contemplando al humano absorto penso…

- A ti también te metieron en una caja y te arrancaron tu condición, tú también eres un capón